El calostro es un líquido espeso y amarillento que contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los bebés recién nacidos de las infecciones. Si decides amamantar a tu bebé, este valiosísimo líquido lo alimentará hasta que te baje la leche. El calostro tiene más proteínas, pero menos carbohidratos y grasas que la leche materna madura. Es fácil de digerir y contiene la cantidad exacta de nutrientes que necesita un bebé en los primeros días después de su nacimiento.
LO PRIMERO EL CALOSTRO:
Durante los primeros días de lactancia, tu bebé va a gozar de una sustancia cremosa pero baja en grasa y alta en proteína llamada calostro. Puede que en las últimas semanas del embarazo hayas notado que tus senos segregaban unas pocas gotas de esta sustancia amarillenta y gruesa (a algunas mujeres les sucede en el segundo semestre). Esta "primera leche" se produce a medida que las células del centro de los alvéolos se disuelven y fluyen por los conductos mamarios hasta llegar al pezón. Este líquido precioso y fácilmente digerible está repleto de anticuerpos llamados inmunoglobulinas, que fortalecen el sistema inmunológico del bebé para que pueda luchar contra las enfermedades.
El calostro es la primera "leche" que segregan las mamas antes de la leche materna madura. Es rico en grasas, proteínas y anticuerpos, que protegen al bebé contra las infecciones y activan el sistema inmunitario. La mayoría de las mujeres producen calostro unos días antes y después del parto; algunas mujeres producen pequeñas cantidades a partir del quinto o sexto mes de embarazo. Es gradualmente reemplazado por la leche materna alrededor de la primera semana de amamantamiento.
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